viernes, 7 de noviembre de 2014

Refranes.

Fumarolas: 7 noviembre 2014
Fragmento

Murcia, las ocho y media, en mi retiro. Trescientos once días pasados por cincuenta y cuatro por pasar, ya sabes a qué me refiero. Ahora la caída es brutal, como en las personas que cruzan el ecuador.

Florencio, Rufo, Herculano y otros celebran hoy su santo. “Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos incluso el de la funeraria lo sienta”, dice el Pensamiento, de Mark Twain. Cuando él lo dice es que lo pensó alguna vez.

Me recuerda a don Juan, mi Profesor de Filosofía. Nos leía la lección de Kant y comentaba luego: “Cuando él lo dice es que creía que era así”.

¿Sabías que la Unesco incluyó la dieta mediterránea en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2010: “Los ingredientes principales son el aceite de oliva, los cereales, las frutas y verduras frescas, una proporción moderada de carne, pescado y productos lácteos…”.  

Y ahora unos Refranes: “Mala hierba mucho crece”, “Al bicho que no conozcas, no le pises el rabo”, “El dar y el tener, seso han menester”.

Este último es particularmente verdadero. Pienso en muchos que gastaron sin control y se ven en la miseria. Esto ocurrió hace unos años, cuando la crisis asomaba las orejas. Muchos vivían a tope de gastos sin pensar que el chollo se podía acabar.

“Quiero otro coche, Facundo; y otro chalet, y gambas de aperitivo”. “Creo que nos estamos pasando, Menefreda”. “No seas ridículo, tú pide al Banco como hace Hilario, ¿qué más te da deber veinte millones que treinta?

-Algo así debió de pasar a Pujol. Y no me refiero al jugador azulgrana sino a un hombre bajito que gobernó más de treinta años a los catalanes. Hizo tal acopio de dinero sin que nadie se apercibiera, que ahora le llueven los millones allende las fronteras sin declarar.

-Otro como Urdangarín, como Bárcenas o la Pantoja.

-Y los que irá descubriendo la Jueza Aido. Cada día saca a nuevos para imputar por sus desvíos millonarios a paraísos fiscales. Es Otro Cid Campeador, vasallo del rey Alfonso VI: Se enfrenta ella sola a mil atropèllos y robos cometidos.

Pienso que se expone demasiado. Alguien, un día, va a decir: “¡Que viene!, ¡que se acerca!, ¡que me toca a mí!, ¡mueran Sansón y los filisteos!”. Y va a lanzar un petardo que la va a subir por los aires como en su día, por motivox diferentes, subió Carrero Blanco.  

-¿Tú crees que tal cosa puede suceder?

-Por menos otros han caído. Creo que se la está jugando con ese carrito que me lleva por las calles como si fuera de compras. Yo le diría: “Aída, Aída, no te confíes tanto, que te acercas demasiado al toro; ¿no viste lo que le pasó a Kénedy, Presidente de los Estados Unidos? ¿No viste cómo volaron las torres de Nueva York? ¿Y hasta probaron con el Papa Juan Pablo II?, que logró librarse como superprotegido de Dios, pero de estos hay pocos. ¡No te la juegues, Aído!

                        Francisco Tomás Ortuño. Murcia


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