Fumarolas: 16 noviembre 2014
Fragmento
-Siempre hubo guerras, Adolfo. No hay un año en la Historia limpio de guerras fratricidas. Tiene que haber una causa que las produzca.
-Convéncete, Heriberto, si hay guerras es porque Dios lo permite. Si quisiera, ya tiempo que había acabado con el demonio, que es el causante de todos los males. Todo arranca de la envidia que padeció aquel Ángel cuando Dios creó al hombre. Sintió tal envidia que solo pensó en destruirlo. Y lo engaña con soberbia, con avaricia, con lujuria, con ira… De estos pecados, llamados capitales, nacen otros, pero todos tienen la misma raíz. Es el demonio, Heriberto, que no duerme, el que siempre está al acecho para engañar a los hombres.
Francisco Tomás Ortuño. Murcia
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