Fumarolas: 14 novbre 14
Fragmento
La vida, si te fijas, es un juego de acertijos. Hacemos por nuestra cuenta, queriendo adivinar lo que es mejor. Que acertamos, bien; que no acertamos, a conformarnos con habernos equivocado. No rebelarnos, porque no conseguiremos nada. Aceptar no haber dado en la diana y probar de nuevo.
Un juego de acertar lo que Dios quiere, que va por delante marcando tu camino. Tú vas detrás, en un juego difícil de adivinanzas. “¿Por aquí?”. Acerté. “Ahora por aquí”. Me equivoqué. Lo malo es que el error pueda llevar a otro error y perderte entre errores difíciles de volver al buen camino.
En las personas con suerte todo parece fácil: un acierto te lleva de la mano a otro acierto, o te hace reflexionar pronto para seguir por donde debes ir. Pero, ay, en las personas con mala fortuna, todo son equivocaciones: Si por aquí, es por allí; si por allí, es por aquí.
Supongamos que se yerra en el altar, que en lugar de Juan era Pedro y, precipitadamente, te tiraste al agua cambiando tu destino. Cuando te pongas a andar, lo más seguro es que tu vida vaya en dirección equivocada. Tu vida entera será una consecuencia de tu primer error. Y qué difícil volver para empezar de nuevo.
-¿Qué hacer entonces?
-Pedir consejo al Señor y, con mucha humildad, aceptarlo. Él mejor que nadie te dirá el atajo que debes tomar.
Francisco Tomás Ortuño. Murcia
No hay comentarios:
Publicar un comentario