Fumarolas : 12 febrero 2015
Fragmento
…
Cuando nació uno de mis nietos, fui al Hospital a conocerlo. Pregunté por la habitación y me dieron la planta y el número de la misma en Información. Llegado que fui, me encontré con una enfermera que tenía en sus brazos a un niño recién nacido.
-Soy su abuelo –me presenté.
La enfermera me lo puso en mis brazos y se marchó.
“¿Dónde estarán los padres?”, me preguntaba. Por fin se abrió la puerta y entraron varias personas.
-¿Quién es usted? -me dijeron.
Una Señora me miraba como si viera a un raptor de niños. Se apresuraron a quitármelo de mis brazos.
Yo no sabía qué decir. Al final me expliqué como pude: “Mi nuera ha dado a luz y yo pensaba que era mi nieto”.
No hubo más explicaciones. Salí como pude, sin saber quién era el niño, quién me lo dejó cuando llegué, ni quiénes las personas que llegaron luego.
Ya no pregunté de nuevo. Cuando me vi en la calle, respiré hondo como el que ha tenido una pesadilla, me dirigí a mi coche y volví a casa.
Francisco Tomás Ortuño. Murcia
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