sábado, 21 de marzo de 2015

Eclipse de sol.

Fumarolas : 21 marzo 2015, sábado, San Benito

Murcia, las nueve y lloviendo, que no es lo mismo que “yo viendo”.
-Fonéticamente se parecen mucho, pero en el contexto se ve que me refiero a caer agua del cielo; ¿no ves que seguimos en el puente de San José?
-Sí, sí, que no tiene sentido otro significado.
-¿A cuento de qué voy a decir que veo otras cosas? ¿Sabes, Mauricio, que ayer tuvimos un eclipse de sol?
-Eso son palabras mayores, ¡no sería total!
-Pues, sí, en las Islas Feroe fue total. Hay quien fue exprofeso a ver el fenómeno, que todos los días no se oculta el sol y se queda de noche a las diez de la mañana.
-¿Y dónde están esas Islas, Graciano?
-Las Islas Feroe son un archipiélago de Dinamarca, en el Océano Atlántico, entre Noruega e Islandia. Dieciocho islas rocosas, donde viven unas 48.000 personas; para el eclipse de ayer, el mejor Observatorio natural que podía encontrarse.
 -¿Y cómo es posible, Graciano, que la Luna, tan pequeña, pueda ocultar al Sol?
-A veces, lo pequeño hace cosas grandes, como es el caso: La Tierra gira, el satélite gira, y en ese juego tapan al Sol.
Se cuenta que un descubridor de tierras americanas, sabiendo que iba a haber un eclipse, se cubrió de gloria y lo adoraron como a un dios, cuando dijo que iba a mandar al Sol esconderse si no lo dejaban en libertad. Esperaron el prodigio y cuando vieron que se hacía de noche como él había dicho, se maravillaron tanto que pensaron que era un dios de verdad.
-Hoy el hombre, hasta ahí llega; ¿qué haya más allá de las galaxias, no; pero saber lo que se cuece a dos pasos, sí. Nuestro Sistema Solar casi nos es conocido; lo que pase en otros sistemas no lo sabemos, y mira que hay estrellas como la nuestra repartidas en el espacio.
-Pues ¿sabes qué, Mauricio?, que yo estoy con la mosca en la oreja de que pronto lo sabremos todo, como hoy sabemos que hay un eclipse solar en nuestra casa.
-¿Tú crees eso de verdad?
-Sí, que mi hijo Miguel tiene un telescopio gigante y trabaja en ello. Cualquier día se comunica con otro como él de otra galaxia.
-¿Hablas en serio, Graciano?
-Todo lo que te diga cae fuera del alcance común. Digo que espero que pronto, sin saber por qué, ni Miguel que tanto sabe, aparezca alguien en la pantalla del ordenador, vía Internet, que nos hable como nosotros mismos desde otra galaxia.
-¿Dices desde otra galaxia?
-Eso digo, Mauricio; y eso que la más cercana está a tres megapársenas, que equivale a  once millones de años luz.
-¿Cómo sabes tú esas cosas?
-Me las enseña mi hijo cuando vamos al Observatorio de Santana. Me habla de la Vía Láctea, de la Nube de Magallanes, de la Galaxia de Andrómeda, de la del Triángulo y otras próximas.
-Yo quisiera saber también Astronomía.
-Todo llegará, Mauricio, cuando menos se espere; es decir cuando tenga que llegar, que nadie sabe, con certeza, cuándo es la hora ni el momento justo de salir a escena.
-Vamos a dejarlo, Graciano, que me estoy mareando.


Francisco Tomás Ortuño.  Jumilla (Murcia)

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