Fumarolas: 20 enero 2015
Fragmento
…
Esa amalgama de situaciones es difícil de conocer y menos de saber cómo llegaron a uno. Yo soy así por algo; tú eres como eres también por algo. Siempre hay en la vida un punto de inflexión que nos cambia para el resto de la existencia.
Freud pensó lo mismo. Cuando alguien le contaba sus miedos o rarezas, pedía que le hablara de su infancia. En algún momento le decía que se detuviera. Tal vez había encontrado la causa del problema. Justo desde entonces le pedía que obrara de otro modo.
En los sueños, sin vigilantes ellos, no como en vigilia, era cada cual lo que deseaba ser. “¿Qué has soñado?”, preguntaba. Y el indigente había soñado que era rico; y el débil que era fuerte; los oprimidos soñaban que se hacían obedecer. ¡Cuántas situaciones aclaraban los sueños a Freud!
Y aun así veía que muchas situaciones y reacciones no encajaban en ningún esquema conocido. Dedujo de ello, pues, el psiquiatra, que el mundo espiritual era extraño, diferente, que vivía en nosotros pero aparte, que no se dejaba conocer fácilmente.
Francisco Tomás Ortuño. Murcia
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