lunes, 22 de diciembre de 2014

Espectáculo sideral.

Fumarolas: 22 diciembre 2014
Fragmento
Por ayer

Murcia, domingo, las seis de la tarde. Ya noche fuera. Mañana cambiará la estación y con la nueva empezará a crecer el día y a menguar la noche.

¡Qué espectáculo sideral, Flaviano! ¿Tú te imaginas que la Tierra gire alrededor del Sol a más de cienmil kilómetros por hora, y tome la curva con esa precisión y perfección que lo hace? Lo tenemos que aceptar porque lo vemos, pero ¿no sientes escalofrío saber que vamos en la superficie del planeta a tal velocidad y a tal distancia de todo? ¿Qué mayor prueba de que Dios existe que cerrar los ojos y ver ese espectáculo con el alma?    

                         Francisco Tomás Ortuño. Murcia

domingo, 21 de diciembre de 2014

La pluma estilográfica.

Fumarolas: 21 diciembre 2014
Fragmento -Por ayer-

Murcia, sábado, las siete. El ambiente fuera es navideño cien por cien: las calles están adornadas con luces de colores, abetos y alfombras rojas y flores por donde vayas. En los comercios, villancicos, turrones y mazapanes. Es Navidad. Los Colegios sacudiéndose a los niños con notas y funciones para cubrir el expediente. Y en las casas un Belén con el Nacimiento, los Reyes y la estrella.

Las tarjetas navideñas casi han desaparecido del mapa; con los móviles y el internet, ¿quién manda felicitaciones por Correo? ¡Otro Cuerpo que desaparece, Julián! Hace unos años, pocos, escribí una Poesía a la pluma estilográfica, cuando vi que el bolígrafo la suplantaba:

Duerme, elegante pluma,
Junto al bolígrafo que te releva,
Como arado en el surco,
Como trillo en la era.

Designio de los tiempos,
Ay, pluma estilográfica,
Por donde las cuartillas impolutas
Te sirven de mortaja.

Evoca en tu reserva
Recuerdos entrañables de tu alma
y sé feliz, bizarro general,
Porque has cumplido bien en tu campaña.

Se la dediqué a mi amigo don Pedro Sáez Solbes, Inspector  de Enseñanza Primaria. Vi que la pluma era como el arado o como el trillo. Tanto tiempo trabajando, hasta que vino un extraño y dijo: “¡Fuera, déjame en tu puesto!”.
Y el arado pensaba que era broma y se resistía: “¿Qué dices? ¡Si me usaban ya los romanos hace dos mil años!”. Pero era así: Sin palabras, lo fueron arrinconando, prescindiendo de él y olvidándolo. 
¿Y los trillos, con sus piedras de pedernal, remoliendo espigas en la era? Las mulas, conducidas por el mulero, pasaban horas y horas bajo un sol de justicia, hasta que el grano quedaba suelto.
Todo se fue al traste cuando llegaron las cosechadoras que de una vez segaban, trillaban y metían en sacos el grano. ¿Cómo iba a mantenerse el oficio de segador con hoces y zahones, cuando la máquina lo hacía paseando?
Y eso le ocurre al cartero, que se encuentra sin cartas que llevar porque nadie escribe cartas ni tarjetas navideñas a familiares y amigos.

Francisco Tomás Ortuño

Doctor por la Universidad de Murcia

sábado, 20 de diciembre de 2014

Obama y Castro.

Fumarolas: 20 diciembre 2014
Fragmento

     Ayer, todos los medios difundieron la noticia: “Obama y Castro firman la paz”.

      Cuba, como sabes, está en el mar Caribe y es la mayor de las Antillas, separada de EEUU unos noventa kilómetros. Desde que fue depuesto Batista, 1959, gobiernan en la República de Cuba Fidel Castro y ahora su hernano Raúl. Es una isla preciosa de algo más de cien mil kilómetros cuadrados de superficie, la quinta parte de España, y once millones de habitantes.

-¿No será que Obama quiere ganar votos con la medida en las próximas elecciones presidenciales, Quirico? ¿O que Raúl busque de los Estados Unidos que le suprima la deuda, que lo está ahogando en la pobreza?
-O las dos cosas, que hoy no es como antes: “¡A la guerra y se acabó!”. Ahora actúa la diplomacia, y los Ministros de Exteriores se reúnen a menudo:

-¿Nos vemos en Ucrania?
-Mejor en los Emiratos Árabes, junto al Golfo Pérsico.
-Manda un e-mail a los compañeros y el domingo tomamos café en Abu Dhabi.

-¿Sabías que Obama ha hecho las paces con Raúl Castro?
-Hoy tiene que ser así: la globalización se impone, no tiene sentido otra cosa. A ver si el domingo llegamos a un acuerdo de firmar todos la paz. Si Cuba ha llegado a un “Abrazo de Vergara”, también puede entrar Venezuela con Maduro, Corea, Rusia o Cataluña.
-El más reacio será Putin, que no quiere soltar petróleo a la Comunidad Europea.
-Putin no será peligroso; ahora que está enamorado, cederá.
-Hasta el domingo, Quirico, y que no falte ninguno, que de la reunión puede salir algo universal, que todos se necesitan, unos por su petróleo, otros por su aceite, otros por el trigo… ¿Qué han hecho Sudán ni Etiopía para tenerlos sin agua? Que eso pasara el siglo X, o en el siglo XX…, pero hoy no tiene sentido.

-Ha tenido que alzar su voz el Papa Francisco para que se dieran cuenta. Lo de Obama y Castro ha sido él, que los ha llamado y les ha hecho ver que los dos se necesitan:
-Vamos a ver, Raulín, ¿a ti no te viene bien que Obama te quite el ambargo?
-Sí, claro, ¿cómo no me va a venir bien, si veo que mi Cuba querida se hunde como frágil barquichuela?
-Vamos a ver, Barack Obama, ¿qué tienes tú contra los Castro? ¿No ves que son hermanos tuyos, de tierras antillanas, donde Colón pisó primero el continente? ¿No te das cuenta que ese gesto te va a convertir en la figura del Año 2014, y en las Elecciones que tienes encima te darían la mayoría absoluta contra los republinanos?
“Venid aquí, pareja, daos un abrazo.
-Hasta el domingo, Quirico, y suerte.

                    Francisco Tomás Ortuño

                    Doctor por la Universidad de Murcia 

viernes, 19 de diciembre de 2014

Los problemas se repiten.

Fumarolas:  19 diciembre 2014
Fragmento

Los años causan estragos en las personas. Ay, si conociéramos los problemas de muchos que viven cerca de nosotros: los que sufren con los hijos, los que han perdido a un ser amado, los que no lograron alcanzar un sueño, los que no soportan que la juventud se les vaya, los que quisieron ser y no fueron, y tantos otros, llevan el estigma de su fracaso en la vida de relación. Difícil llevar tan pesada cruz y querer disimular ante los demás.

Los problemas humanos se repiten. ¿Conoces la obra de teatro “Por las nubes”, de Jacinto Benavente. Se estrenó en el Teatro Lara de Madrid en 1909. Benavente quiso expresar una verdad de siempre: que los padres no son los dueños de las vidas de los hijos, aun habiéndolos traído al mundo.

Emilia y Julio, hijos respectivamente de Carmen y de Teresa, sufren el amor excluyente de sus madres, que no se resignan a perderlos. Y ahí está el mensaje de don Jacinto,  llevado al teatro en una pieza de tesis. Quiere ser trascendente al final, cuando compara este amor materno con España: “Hubo una madre como usted: nuestra vieja España”; “Hay algo más grande que el pasado: el porvenir”.

Digo que los problemas se repiten, ya que hoy ocurre lo mismo que en los comienzos del siglo pasado: las madres se olvidan de esa verdad tan elemental y clara: el destino de cada persona es suyo.  Querer retener a los hijos más de lo debido o inculcar ideas suyas en sus vidas, es usurpar un derecho que les corresponde a ellos en exclusiva.

Nos consuela leer que hace cien, quinientos o mil años, el hombre pensaba como hoy. “¡Qué tiempos éstos, yo vivía con menos!”, dice un personaje benaventino de la obra antes citada. Lo que significa que no debemos ser pesimistas y esperar lo mejor; la vida sabia, cada día prepara el siguiente.

                                               Francisco Tomás Ortuño.

                                               Doctor por la Universidad de Murcia

jueves, 18 de diciembre de 2014

Mi plaza está tomada.

Fumarolas: 18 diciembre 2014
Fragmento –por ayer-

      Murcia, miércoles, las seis y media, en la habitación del piano otra vez. Y me temo que se repita por asuntos belenísticos. Mi plaza está tomada. Y el comedor también por su proximidad. “¿Dónde está la Ascensión?”, oigo que preguntan. “Enciende las luces que se vea la fragua”. ¿Quién puede escribir en el comedor así, estando instalado el Belén en la galería, pequeño estudio o como quieras llamar? 
      -Pero si las circunstancias son adversas, o te  impiden algo, te buscas un sucedáneo que lo reemplace. El sucedáneo es importante para todo; que hay profesiones que necesitan que otro pueda sustituir al titular. ¿Te acuerdas de un año que los controladores aéreos exigían más sueldo o iban a la huelga? Sin otros que supieran llevar aviones, en vacaciones sobre todo, podían pedir lo que quisieran por trasladar a los viajeros de un país a otro. 
      Mandaban un mensaje a sus Compañías diciendo: “Señores amos de líneas aéreas, los que llevan aviones con pasajeros de un aeropuerto a otro, sean del mismo país o de distinto continente, les hacen saber que quieren cobrar cinco veces más de lo que vienen cobrando. ¡Pero ya! De no estar de acuerdo con la propuesta, quedarán los aviones sin levantar el vuelo a partir del próximo día veinte, fecha clave para salir de vacaciones”. 
      Y si estas Compañías disponen de personal para estos casos, podrían responder: “Señores controladores o aviadores –y no de aviar sino de volar-, desde mañana queda reducido a la mitad su sueldo y si no están de acuerdo, les ruego que lo comuniquen urgentemente para hacerlo saber a quienes les vayan a sustituir”.

      -¿Tú has visto que los coches tienen una rueda de repuesto por si se pincha una de las cuatro que lo llevan? Es lo mismo, Evaristo. En todas las profesiones tenía que haber recambio –y se acababa el paro- para no ser víctimas de un chantaje.

      -En el fútbol, ¿para qué crees tú que todos los equipos tengan en el banquillo a otros jugadores dispuestos a saltar al campo? Pues a que no se crean insustituibles y pidan al Presidente del Clud subida de sueldo. Si fueran los justos que pide el Reglamento y dicen antes de jugar: “O nos pagan más o rendimos menos en el campo”, imagínate-


          Francisco Tomás Ortuño. Murcia

miércoles, 17 de diciembre de 2014

El secreto de la baronesa.

Fumarolas: 17 diciembre 2014
Fragmento

Ayer leí de un tirón “El secreto de la baronesa”, de Vicente Blasco Ibáñez. Es una novela de fecha 26 de febrero de 1926, prologada por un admirador de Blasco Ibáñez; el cual –Antonio Precioso- da cuenta de la altura social a que había llegado el novelista en España y en el extranjero.  

Creo que esta admiración le lleva a exagerar en algunas ocasiones, si bien ayuda a conocer mejor al escritor. Cuenta el panegirista que el Maestro se casó con una americana millonaria “bella y gentil dama chilena, culta y afable”. Pero será hipérbole cuando dice que “con el dinero que reúne esta ilustre y célebre pareja  se podría cubrir de billetes de mil pesetas todo el suelo de España”.

He sacado cuentas, y resulta la fortuna del novelista ascendería a más de treinta billones de pesetas, lo que parece exagerado. Con todo, como digo, es para tener en cuenta que nuestro personaje no estaba en la indigencia ni mucho menos.

En la prosa se advierte la soltura y galanura de un artista de las letras; y por si fuera poco, mantiene el interés hasta el final, dejando cuando se termina el sentimiento de haber pasado un  buen rato leyendo y un profundo pesar de que no siguiera.

Retrata una época de títulos nobiliarios, que chocan hoy. La pobre Marina, hija de la baronesa, sufre en sus carnes el dolor de un orgullo de clase, que le lleva a perder a un hijo sin conocerlo. “El amor, como los ríos, va de arriba abajo”. Y aquella pobre mujer, que tuvo un desliz con la única persona que trató, vive pensando cómo sería su hijo si viviera.

Novela para que leyeran las abortistas. Novela que explica el dolor de una madre que no ha podido conocer al hijo que concibió, por los prejuicios de una familia noble. Bien por Blasco Ibáñez. Leeré otras novelas del célebre autor valenciano.


                             Francisco Tomás Ortuño. Murcia

martes, 16 de diciembre de 2014

Confirmación.

Fumarolas: 16 diciembre 2014
Fragmento

     Murcia, lunes, las cinco y media. A las ocho iremos a la Confirmación de mi nieta Isabel. Sí, ahora se celebra la Confirmación como siempre se hizo con la Primera Comunión. En los Colegios se prepara a los niños y un día, señalado de antemano por el señor Obispo, van a la iglesia con gran ceremonial. Las familias de los confirmandos y confirmandas se reúnen luego en una casa, cada cual en la suya, a celebrarlo.

     -Pero, ¿qué es la Confirmación? ¿No será una treta de los grandes comercios, que no saben qué hacer para vender más? ¿No ves cuántos días van introduciendo para celebrar, que requieren un regalo? Día del padre, de la madre, de los enamorados, de los animales, del campo… Y la gente a comprar.

     -Confirmar es reafirmarse uno en algo que hizo antes. Con el Bautizo el niño se hizo cristiano, entró en la Iglesia por la puerta grande, se hizo de la gran familia de los Hijos de Dios; y ahora, con la Confirmación, sabiendo lo que hace, dice públicamente, que está conforme con pertenecer a la familia cristiana, a la que sus padres lo llevaron cuando no sabía hablar ni menos comprender lo que hacía.

     -¿Sabes una cosa, Hilario? Que me parece bien que los niños y las niñas se confirmen en la pubertad. Y que lo volvieran a hacer más veces: “¿Te reafirmas en tu fe?”. Y así Isabel y otras sesenta y dos niñas más hicieran su Primera Confirmación de las muchas que harían luego a lo largo de su vida.

     -Sí, tiene sentido que celebren su Primera Confirmación, como celebran su Primera Comunión. Y que repitieran a menudo. Sería como una revisión constante de su fe. ¿Sabes lo que pienso, Josué? Que los que se casan debían confirmarse también varias veces delante del sacerdote que los casó por vez primera. “¿Seguís enamorados como el día de vuestra boda?? “¡Sí, padre!”. “¡Y yo también!”. “Pues os confirmo en vuestro matrimonio, os deseo larga vida y muchos hijos para Dios”. Y cada cinco o diez años renovar de nuevo la boda.

     -No me parece mal lo que piensas, que las Bodas de Plata a los veinticinco y las de Oro a los cincuenta me parece poco celebrar. que hoy va siendo un milagro que el matrimonio llegue unido a las Bodas de Hojalata, que son a los diez años. Yo cada cinco años celebraba el seguir unidos. Quizás que se obrara el milagro de unirse de nuevo a los separados o de unirse más a los unidos.


                         Francisco Tomás Ortuño. Murcia

lunes, 15 de diciembre de 2014

Nuevas metas.

Fumarolas: 15 diciembre 2014
Fragmento

Es la ilusión por conseguir algo, como una carrera, como un proyecto. Cuando se logra aquello por lo que con tanto afán luchamos, debemos poner nuevas metas para alcanzar, por las que vivir ilusionados. Un vivir sin metas es un vivir triste, sin sentido. 
Mi hijo me dijo un día: “¿Por qué no estudias otra carrera?”. Me dejó perplejo. ¿Por qué me haría la pregunta? ¿Sería por decir algo o sería muy pensada de antemano? Porque la pregunta se las traía. Creo que era el fondo del problema de nuestras vidas maduras.
 Se ha llegado arriba y a vegetar se ha dicho. “¿Por qué no estudias otra Carrera?”. Ahí está el quid de un problema vital. La muerte llega por cansancio o por aburrimiento. Tenemos que fijarnos metas y luchar ilusionados por conseguirlas.
“Los jubilados tienen un pobre porvenir: ya han llegado”. ¿Han llegado a dónde? Ese es el gran error. Se ha llegado, y a esperar, a descansar. Pues no: se ha terminado una labor y se debe empezar otra. 
La sociedad bien montada estudiaría muy mucho el empleo de los mayores. Creo que lo necesitan tanto para vivir como los jóvenes. Nunca debe ser uno considerado viejo para iniciar un trabajo con deseos de acabarlo, con ilusión de verlo terminado. Y esa debe ser la estructura para una  sociedad justa con las personas mayores.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

domingo, 14 de diciembre de 2014

Los amigos.

Fumarolas: 14 diciembre 2014
Fragmento

Mi amigo Equis es un buen amigo. Sin paliativos. Nuestra  amistad viene de largo. Si lo necesito, lo encuentro; como él a mí. Lo mismo diría de muy pocos más. Por encima de los avatares de la vida, surge nítida la verdadera amistad. 

No sé quién dijo que los amigos se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos. Es así. Habrá conocidos, compañeros…  pero amigos, grandes amigos, muy pocos. Esta amistad honda y duradera surge sin pretenderlo. Lo que decimos, quizás, afinidad de sentimientos. 

Con la pareja, exactamente lo mismo. Topamos con la compañera o compañero que nos parece ideal y no debemos pensar que pueda existir nadie que la supere. El destino favorece los encuentros decisivos de la vida y a nosotros toca saber hacerlos decisivos, los mejores y únicos que tenemos reservados para siempre. 
 Francisco Tomás Ortuño. Murcia

El usted.

Fumarolas: 13 diciembre 2014
Fragmento

Las personas tenemos un sentido muy fino, delicado, para conocer la edad. No sé si me explico: yo veo a una persona y por más que se tiña el pelo o se quite arrugas, sé que es mayor; y veo a otra y, enseguida, sé que es joven.

Con la estatura, lo mismo: algo me dice que una persona es baja, normal o alta con suma precisión. No hay que medir. Ese golpe de vista, ese sentido de la medida, nos dice: alto, normal o no da la talla. 

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¿Y el caso de papá, papa o padre? Un hijo lo llama como le dicen de pequeño que lo llame. Cuando va siendo mayor, suena mal incluso al hijo que lo pronuncia y quiere cambiarlo por un papá tímido delante de otros. “¿Qué debo decir?”, se pregunta: “¿papa, papá o padre?”. A veces opta por hacer señas o callar. Tremenda lucha por la inoportuna palabra ambivalente. Con la madre el problema se da, pero con menos virulencia.

Debía de enseñarse desde que se nace a decir lo que proceda de mayor. Evitaríamos situaciones embarazosas luego, y hasta problemas afectivos.

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Con los nombres de las personas lo mismo. De pequeños llamamos al niño Cuco y de mayor persiste. O Quico, o Dani, o Milu. 
Se debía de pensar con más seriedad en estos aspectos que  engendran dudas y equívocos. Hay que pensar que el niño forma su lenguaje en sus primeros años, o meses, o días de la vida. Esas impresiones son indelebles y decisivas en su vida posterior. 

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El usted entre personas, como digo arriba, crea barreras y distancias más sólidas de lo que parece. Cuando dos personas se hablan de usted, quiere decirse que ninguna permite acercarse a la otra a su terreno personal. 

Lo admito entre desconocidos quizás, o en los negocios. Pero no lo tolero entre los miembros de la familia o conocidos. El usted supone no querer nada con el otro. Todo lo contrario de una abierta y franca amistad entre los componentes de una comunidad.

¿Y en los Colegios, Institutos y Universidades? Un profesor no deja de ser un amigo que tiene la ciencia que debe enseñar. Eso no le autoriza a subirse en el pedestal para ser adorado por sus  alumnos. Nadie como los profesores y alumnos para llegar a un acuerdo el primer día de trato para tutearse. 

La relación entre ambos debe ser de franca amistad y confianza. No es más en ese terreno el profesor que enseña que el discípulo que aprende. Son todos personas que adquieren el compromiso, por bien de la sociedad, de dar unos lo que han adquirido antes. Ya digo, es una relación abierta, amistosa, confiada y alegre, la que debe existir en los centros de enseñanza. 
-¿Y la disciplina que se genera?
-Ese es otro problema, que nada tiene que ver. El que es Maestro lo comprende.

Francisco Tomás Ortuño. Murcia

Familia.

         Fumarolas: 12 diciembre 2014
Fragmento

El cuerpo es un modelo de democracia: Si duele el estómago, un pie o una muela, todo se resiente. El universo lo mismo. Es un todo que funciona de acuerdo con un plan establecido. 

La familia es, también, como el cuerpo, como el universo,  ejemplo de vida comunitaria, donde si algo va mal, el conjunto se deteriora.  

Que la familia no funcione debidamente, se nota pronto por sus gestos y su falta de alegría. Hay, por desgracia, muchas familias tristes –tristes familias-, que necesitan de una revisión.

Las familias pueden tener gangrenas que van minando su salud. Si no se curan a tiempo, pueden llegar a su destrucción. Gangrenas pueden ser celos, envidias, rencores infundados, la  avaricia... Si aparece el mal, deben todos acudir a remediarlo, como ocurre con los males del cuerpo. 

A veces es difícil descubrir el origen de una situación adversa.   Si la causa es producida por imponderables –tiempo atmosférico, por ejemplo.- o actúa en contra de la unidad grupal por sistema, no cabe sino aceptarla, aun cuando sea perjudicial.

Ya viene de lejos la disputa: Caín mató a su hermano Abel. ¿Qué pensaría Adán?  ¿Cómo encajaría el golpe Eva? O sea, que las luchas fratricidas han existido siempre. No veo mejor solución en estos casos que aceptar los hechos y tratar de curarlos con amor, con paciencia entre los miembros de la misma. 


                                                                       Francisco Tomás Ortuño. Murcia

jueves, 11 de diciembre de 2014

La luna.

Fumarolas: 11 diciembre 2014
Fragmento

¿La vida manda en el hombre o al revés? Yo veo que la Política, los cambios sociales y las modas, dependen de nosotros los humanos: sin hombres no habría vida social, ni cambios ni modas. Sin embargo, veo también que los más -¿o todos?- nos vemos arrastrados por ese tumulto, o río, o vendaval, que no sabemos cómo ha surgido pero que llega y nos arrolla. Es entonces que, sin buscarlo,  nos vemos envueltos en la barahúnda sin comerlo ni beberlo, sufriendo las consecuencias de situaciones que nos son ajenas. ¿Quién no conoce casos de personas que son víctimas propiciatorias de situaciones adversas que nadie sabe cómo han nacido? Es la vida, ajena al hombre, que tiene vida también, con leyes y poder,  que nos ordena y tiraniza.

Vivimos hoy de forma tan radicalmente otra que hace unos años, que cuesta trabajo pensarlo siquiera. Y los que vivimos antes, tenemos que adaptarnos al modo nuevo de ser el mundo, la vida, la sociedad. Esto es difícil si no heroico. Los niños viven bien lo nuevo –es lo suyo- y ni aceptan ni comprenden otro modo de ser; pero los que contamos ya quince o más lustros, apenas si podemos con las formas nuevas que tenemos que seguir: máquinas, computadoras, robots y monsergas en vinagre. No es que lo veamos mal, no; sino que nuestra vida particular, nuestra humanidad restringida y limitada, no tolera bien el cambio, no soporta lo nuevo, no puede adaptarse a situaciones tan drásticamente diferentes.

Es el problema de muchos: oficios, ideas políticas, inventos, modas. Nos gustan pero no nos vemos preparados a partir de cero, como los jóvenes, para dominarlas. En una palabra, que nos desbordan. Hay personas que –quizás aparentemente- se hacen con la nueva situación sin deterioro; pero los más se quedan con los recuerdos de sus años mozos.

                        ¿Tiene relación esto con una Poesía que he escrito esta mañana yendo a la Piscina? Era temprano y la luna me acompañaba en el cielo:


La Luna

Cuando voy a la piscina
La Luna viene conmigo
Camina que te camina.

La tuna me va engañando:
Me dice que va creciendo
Y yo sé que va menguando;

Que lo que quiere es jugar;
Con alguien que la acompañe
De la tierra o de la mar.

Yo me estaría contigo,
Luna mía, por las noches
Pero lo tengo prohibido,

Que el Destino es cruel
Y tenemos que aceptarlo
Porque nacimos con él.

                        Francisco Tomás Ortuño. Murcia