Tu abuelo José María.

Fumarolas : 13 Junio, San Antonio, sábado.

El domingo pasado se celebró en toda España el día del Corpus Christi. Yo estuve en Jumilla y fue muy bonito y emotivo cuanto ocurrió allí con motivo de la fiesta. Mi cuñada Juana, hijos y nietos hicieron un altar en la puerta de su casa con la imagen de Santa Teresa. Había colgaduras en los balcones y flores por doquier como recordaba de mi infancia.

A las nueve de la tarde-noche pasó el cortejo procesional, procedente de la iglesia de Santiago el Mayor, y se detuvo frente a la Santa. La Custodia bajo Palio iba acompañada de sacerdotes, autoridades civiles, pueblo en general y una banda de música que vino exprofeso de fuera. Los fieles cantaron los versos que ella misma compuso hace quinientos años: “Nada te turbe, nada te espante, todo se muda, solo Dios basta”.

Yo pensaba en mi hermano, que desde algún lugar vería su casa como un panal de gente entrando y saliendo. “¿Qué pasa hoy, hermano?”, me pareció oír. “Que es la fiesta del Corpus Christi y tu familia ha hecho un altar para que la procesión se detenga unos minutos a saludar a Santa Teresa de Jesús”.

-Me gustaría volver con vosotros un rato, pero no puedo; mi salida, como la de todos, fue para siempre. ¡Qué distintas se ven las cosas desde esta dimensión en que me encuentro! Me da pena ver que hay guerras y conflictos entre vosotros. Es el demonio, que hace ver lo blanco negro. Que no os engañe a vosotros. Di a mi mujer, a mis hijos y a mis nietos que os quiero con un amor tan grande que ahí no conocéis.

Como estaba a mi lado Pedro, nieto suyo, le dije como de nuevas:

-¿Te acuerdas de tu abuelo José María?

-Muy poco: murió cuando yo tenía tres años –respondió-.

-Te quería mucho –seguí- y te sigue queriendo.

Francisco Tomás Ortuño. Murcia