Fumarolas : 19 Junio 2015, viernes, San Gervasio
Fragmento –por ayer-
Murcia, en mi retiro. “Todo a la vez, no puede ser”, pienso. Una cosa detrás de otra. Así he llegado a las doce con varias tareas hechas: desayuno, a las seis; piscina, a las siete; gimnasia, a las ocho; Fumarolas, a las nueve… y ahora a escribir.
-¿De qué vas a escribir hoy, Luciano?
-Pues no lo sé, Calixto; ya irán saliendo cosas de la olla sobre la marcha, y yo, ojo avizor, las iré pasando a mi cuaderno.
-¿De qué serán, serán…?
-Podría decir que mi nuera ha vuelto del Salvador, donde ha estado unos días con su marido, y cuenta maravillas de lo bien que lo han pasado.
-No me extraña: un mes separados por el océano debe de ser un infierno difícil de aguantar a una pareja joven. Cuando dos se casan como Dios manda, ya no son dos sino uno, para lo bueno y para lo malo. Uno allá y otro aquí es una situación extraña, rara, anómala, que no debía darse.
-Pero se ven por internet, Calixto.
-Aunque se vean por internet y se hablen por teléfono, Luciano, no hace falta explicarte que no es lo mismo. Como en Política, los Partidos que forman los Ayuntamientos debían estar lejos unos de otros, y cuanto más mejor, los matrimonios, bien juntos siempre, que no quepa un alfiler en medio. Si uno va para allá, el otro con él; que no pueden ir juntos, los dos aquí. Deben saber que ya no son dos, sino que han devenido sustancialmente en otro ser distinto, donde no cabe la separación.
-Sí, ya Cervantes escribió en el Quijote la novela “El curioso impertinente”. Te invito a leer de nuevo los Capítulos XXXIII, XXXIV y XXXV de la Primera parte. Eran dos amigos llamados Anselmo y Lotario. Anselmo conoció a Camila y, con el beneplácito de su amigo, la llevó al altar. Para estar seguro de que su mujer lo amaba, la puso a prueba: hizo un viaje solo, dejando a Lotario a su cuidado. Ya sabes el final: tanto va el cántaro a la fuente que acaba rompiéndose. “-Es de vidrio la mujer; -pero no se ha de probar –si se puede o no quebrar –porque todo podría ser.
-Pero a nuevos tiempos, nuevos remedios, Calixto: si no hay trabajo de otra forma y los viajes por avión han barrido las distancias de hace cinco siglos, verse por la pantalla del ordenador y, de vez en cuando, un viajecito, puede suplir al cuento cervantino.
Francisco Tomás Ortuño. Murcia
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