martes, 30 de junio de 2015

Acebuche.

Fumarolas : 30 Junio 2015, jueves, San Marcial

El hombre es como el olivo: si no cambia se queda en acebuche. “Acebuche” es el olivo silvestre, más bajo y menos ramoso que el cultivado, y de hojas más pequeñas. Su fruto es la acebuchina.

Pienso que somos todos “acebuches” cuando nacemos, y que la gracia nos llueve como un maná del cielo; unos la aprovechan y se convierten en frondosas oliveras, y otros se la sacuden y se quedan en acebuches. Es un ejemplo para meditar.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

viernes, 26 de junio de 2015

Busilis.

 Fumarolas : 26 Junio 2015, viernes, San Pelayo
Fragmento

"Busilis" procede de la frase latina "in diebus illis", que significa "en aquellos días". Alguien, no muy versado en latín, por cierto, topó con ella y, tras una pausa, exclamó: “Hasta “die” lo entiendo, pero lo del "busilis" no sé qué significa”. 


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

jueves, 25 de junio de 2015

ELA.

Fumarolas : 25 Junio 2015, San Próspero, jueves.

ELA
          Estoy leyendo con voracidad: “Martes con mi viejo profesor”, de Mitch Albom. Se trata de la Crónica de una muerte esperada.
Morrie y su esposa Charlotte fueron a la consulta del neurólogo, y éste les pidió que tomaran asiento antes de darles la noticia: Morrie tenía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad despiadada del sistema neurológico. “¿Es mortal?”. “Sí”. “¿Así que voy a morirme?”. “Así es, lo siento”.
“La ELA es como una vela encendida: te funde los nervios y te deja el cuerpo como un montón de cera. Suele empezar por las piernas y va subiendo. Pierdes el control de los músculos de manera que no eres capaz de mantenerte de pie. Pierdes el control de los músculos del tronco, de modo que no eres capaz de mantenerte sentado y erguido. Al final respiras por un tubo que te pasa por un agujero de la garganta. Esto no tarda en llegar más de cinco años contados desde el día en que contraes la enfermedad”.
Morrie tomó una decisión profunda. No estaba dispuesto a avergonzarse de morir. Haría de su muerte su proyecto final: “Estudiadme en mi fallecimiento lento y paciente. Observad lo que me pasa. Aprended conmigo”. Morrie estaba dispuesto a atravesar ese puente definitivo entre la vida y la muerte y a narrar su viaje.
Un día, caminando con su bastón, tropezó con el bordillo de la acera y se cayó en la calzada. El bastón fue sustituido por un andador. Al irse debilitando su cuerpo, los viajes de ida y vuelta al baño llegaron a agotarlo demasiado de modo que Morrie empezó a orinar en un recipiente grande… Y así va contando el día a día de la terrible enfermedad hasta que llegue el final que será despedirse de todos y cerrar los ojos para dar el paso a la otra vida.
Es original contar lo que se siente y se hace en esos últimos momentos de la vida sabiendo que tiene fecha. ¿Pero, es distinta a la tuya y a la mía? ¿Quién nace sin saber que va a morir? Todos sin excepción conocemos que estamos de camino. ¿En qué se diferencia del saber de Morrie que va perdiendo sus movimientos? ¿Es que nosotros nos mantenemos con la misma energía?
He pensado leyendo el libro de Mitch Albom sobre un enfermo de esclerosis amiotrófica que todos podemos ser ese enfermo si lo sabemos ver, y aprovechar las enseñanzas que de la brevedad del camino se pueden obtener.

Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

miércoles, 24 de junio de 2015

Ansias de vivir.

Fumarolas : 24 Junio 2015, San Juan
Fragmento
            Sacudid, maestros, en casa, las tristezas, los temores; quedaos sólo con las ansias de vivir que habéis de contagiar a los niños; con el optimismo que habéis de generar en cada uno; con el amor que habéis de llevar a sus almas.

Francisco Tomás Ortuño. Murcia

martes, 23 de junio de 2015

La máquina de leer los pensamientos, de André Maurois

Estoy leyendo “La máquina de leer los pensamientos”, de André Maurois     –André Maurois es pseudónimo de Emile Herzog, novelista francés que nació en 1885-. Me llamó la atención leer en una de sus páginas que “acostarse temprano y levantarse temprano” son motivo de felicidad. Creo que no se puede generalizar, por eso de los biorritmos que todos vamos conociendo.

Es atractiva la novela de Maurois. Nada menos que una máquina de leer los pensamientos. Un catedrático de lengua francesa es invitado a dar clases en la Universidad de Westmouth por su presidente señor Spencer, con el consiguiente traslado a América con su esposa Susana. Allí conocen, entre otros compañeros, a Hickey, que ha inventado una máquina con la que puede leer lo que piensan los demás. No quieras saber la que se arma cuando el catedrático la utiliza con su mujer; ésta luego con su marido, etc. Te recomiendo que la leas. Es de gran imaginación, de una prosa magistral y de un gran maestro de la literatura contemporánea.

lunes, 22 de junio de 2015

La hora exacta.

Fumarolas : 22 Junio 2015, lunes, Santa Micaela
Por ayer

Santana, las diez, en un rincón donde no ha llegado Febo todavía.
-¿Qué Febo ni qué ocho cuartos? Habla en español.
-Me refiero al Sol, que viene a la carrera; como no tiene nubes que lo detengan, es como un tren que no se parara en estaciones.
-Aunque termina la Primavera y comienza el Verano, llegará como siempre a su hora y no se retrasará en la salida.
-Es tan puntual, que los relojes se ajustan a su paso: “Las doce en punto”.
-Y no descansa ni un segundo: termina el viaje y parte de nuevo. Yo no he visto cosa igual: miles, millones de años sin un descanso. ¿Tú conoces algo parecido?
-De algunas personas sé que la gente ponía sus relojes en hora con ellas. Eran un dechado de precisión en sus tareas: “Ya viene, ya llega, las siete cuarenta y cinco”.
-Pero como el Sol no hay nadie que se pueda comparar. Si es Primavera, aparece a la misma hora que el año anterior; si es Verano, lo mismo; o si es Otoño o Invierno.
-Pobres de nosotros si se desviara el canto de un duro.
-Olvídate ya de los duros, Eusebio, que ahora son euros. Mis hijos, cuando eran pequeños, hicieron un reloj en la pared: a las siete, una señal; a las ocho, otra señal, y así. Al día siguiente sabían la hora por las señales.
-¿Pero el Sol no permanece quieto?
-Esa duda tuvieron muchos hasta Galileo. Este astrónomo se dio cuenta de que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol. Pero era lo mismo: Como la Tierra giraba y daba una vuelta al Sol cada año, este salía y se escondía a la misma hora. En ese juego perfecto de movimientos –rotación, traslación, sideral con los demás astros- en cada momento del año se repetía con el anterior la situación de las sombras horarias. Si en Julio se hacía la prueba, al año siguiente en Julio servía el reloj fabricado el año anterior.
-Para saber la hora exacta por ese procedimiento, Blas, harían falta tantos relojes como días tiene el año, porque los días crecen y menguan según las Estaciones. Si era siete de Julio, San Fermín, habría que mirar el reloj de ese día para saber la hora por la sombra proyectada. Si era uno de Enero, Año Nuevo, habría que mirar el reloj del uno de Enero.
-Y en el mismo lugar del Planeta, que si habías cambiado España por América, también era otra hora. Es decir, que en cada punto de la Tierra serviría un reloj distinto. O sea, que harían falta millones y millones de relojes por si cambiabas de domicilio.
-De meridiano, mejor, que si estás en España no es lo mismo que si estás en Filipinas o en las Islas Canarias.
-Aún mejor si cambias de coordenadas geográficas, que si estás en el paralelo 40 no es igual que si estás en el Ecuador o en el Polo.
-Muy complicado lo veo, Eusebio: lo mejor es un reloj suizo y que te diga él la hora.

Francisco Tomás Ortuño.  Murcia


domingo, 21 de junio de 2015

Zapatero a tus zapatos.

Fumarolas : 21 Junio 2015
Fragmento

-¡Qué difícil será, Evaristo, escribir en la prensa para un público tan diverso. Lo que unos ven bien, otros ven mal.

-Los periodistas, Julián, no debían salirse de su cometido, que es contar y punto. No opinar si es mejor o peor, bueno o malo, sino ser objetivos y decir a los demás lo que estén seguros que ha ocurrido porque lo han visto.

-Agradecidos debemos estar los que no somos periodistas: desde  casa, tomando café, aunque llueva o nieve, leer la prensa. Otros han madrugado y salido contra viento y marea para llevarle noticias que han ocurrido.

-Pero eso no le da derecho a verter sus propias opiniones. Hay otra personas que opinan: unos a favor y otros en contra. De la misma noticia escueta que ha dejado el periodista, cada uno la ve de una forma. Deliberan, debaten… No siempre de la discusión sale lo justo, pero por lo menos lo intentan. Siempre mejor que opinar el periodista o informador, cuya misión no es otra que dar la noticia.

-Sí, que cada persona debía dedicarse solo a su trabajo: el panadero a vender pan y el relojero a vender relojes; el  periodista a dar noticias y el comentarista a comentarlas; el  futbolista a jugar y el locutor de radio a radiar el partido.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

sábado, 20 de junio de 2015

Ruidos en la noche.

Fumarolas : 20 Junio 2015, sábado

Santana de Jumilla, las ocho, en la puerta de la cocina, oyendo pájaros cerca y voces de niños por Santana la Vieja. ¿Habrán dormido en tiendas de campaña?

Hace ya años, como que eran pequeños mis hijos, principios de los ochenta, subimos mi vecino Juan (q.e.p.d.) y yo con nuestros hijos a pasar la noche en unas tiendas de lona.

Las montamos cerca de la fuente, como a cincuenta metros, y cuando nos disponíamos a dormir, sobre las doce, llegaron unos jóvenes moteros con ruidos de muchos decibelios, que rompían el encanto de la noche.

Permanecimos callados dentro, creyendo que se irían pronto, súbitamente, como habían llegado; pero, por lo visto, no tenían mucha prisa: destaparon botellas, bebieron y cantaron. Entonces  llegaron otros ruidosos motoristas.

¿Qué hacer? Los niños dormían y nosotros, silentes, esperábamos el desenlace. Era la nuestra una incertidumbre enorme. ¿Quién hubiera pensado antes que íbamos a vivir semejante situación a la una de la madrugada?

Cuando, de pronto, alguien dijo fuerte: “¡Vamos a bañarnos!”. Fue providencial. Encendieron las motos -¿las habían apagado?-, montaron, salieron pitando en fila india y desaparecieron. Volvió la calma, y nosotros, pensando que no volverían, nos dormimos.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

viernes, 19 de junio de 2015

A nuevos tiempos, nuevos remedios.

Fumarolas : 19 Junio 2015, viernes, San Gervasio
Fragmento –por ayer-

Murcia, en mi retiro. “Todo a la vez, no puede ser”, pienso. Una cosa detrás de otra. Así he llegado a las doce con varias tareas hechas: desayuno, a las seis; piscina, a las siete; gimnasia, a las ocho; Fumarolas, a las nueve… y ahora a escribir.
-¿De qué vas a escribir hoy, Luciano?
-Pues no lo sé, Calixto; ya irán saliendo cosas de la olla sobre la marcha, y yo, ojo avizor, las iré pasando a mi cuaderno.
-¿De qué serán, serán…?
-Podría decir que mi nuera ha vuelto del Salvador, donde ha estado unos días con su marido, y cuenta maravillas de lo bien que lo han pasado.
-No me extraña: un mes separados por el océano debe de ser un infierno difícil de aguantar a una pareja joven. Cuando dos se casan como Dios manda, ya no son dos sino uno, para lo bueno y para lo malo. Uno allá y otro aquí es una situación extraña, rara, anómala, que no debía darse.
-Pero se ven por internet, Calixto.
-Aunque se vean por internet y se hablen por teléfono, Luciano, no hace falta explicarte que no es lo mismo. Como en Política, los Partidos que forman los Ayuntamientos debían estar lejos unos de otros, y cuanto más mejor, los matrimonios, bien juntos siempre, que no quepa un alfiler en medio. Si uno va para allá, el otro con él; que no pueden ir juntos, los dos aquí. Deben saber que ya no son dos, sino que han devenido sustancialmente en otro ser distinto, donde no cabe la separación.
-Sí, ya Cervantes escribió en el Quijote la novela “El curioso impertinente”. Te invito a leer de nuevo los Capítulos XXXIII, XXXIV y XXXV de la Primera parte. Eran dos amigos llamados Anselmo y Lotario. Anselmo conoció a Camila y, con el beneplácito de su amigo, la llevó al altar. Para estar seguro de que su mujer lo amaba, la puso a prueba: hizo un viaje solo, dejando a Lotario a su cuidado. Ya sabes el final: tanto va el cántaro a la fuente que acaba rompiéndose. “-Es de vidrio la mujer; -pero no se ha de probar –si se puede o no quebrar –porque todo podría ser.
-Pero a nuevos tiempos, nuevos remedios, Calixto: si no hay trabajo de otra forma y los viajes por avión han barrido las distancias de hace cinco siglos, verse por la pantalla del ordenador y, de vez en cuando, un viajecito, puede suplir al cuento cervantino. 


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

jueves, 18 de junio de 2015

Fábulas.

Fumarolas : 18 junio 2015

Murcia, las diez, en mi estudio o camarín que da a la calle de Federico Balart. Corrijo: que da a la calle Federico Balart. No creo que los familiares del poeta y político murciano compraran la calle. Se llama así por él, pero no es suya. Ergo, debe ser “Calle Federico Balart” y no “de Federico”.

-¿Conoces la fábula del lobo y la grulla? A un lobo se le atragantó un hueso en la garganta, y le pidió ayuda a una grulla que pasaba. La grulla introdujo su cabeza en la boca del lobo y le sacó el hueso. “¿Qué me vas a pagar?”, le dijo luego.  Y el lobo entonces, le contestó: “¿No es bastante con haber sacado sana y salva tu cabeza de mi boca?”. Moraleja: No hagas favores a malvados o corruptos.
La fábula es una composición literaria breve, en la que los personajes son animales que presentan características humanas. Un género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de costumbres y vicios locales o nacionales. Fabulistas famosos fueron Esopo, Fedro, La Fontaine, Iriarte, Samaniego… ¿Quién no conoce “La cigarra y la hormiga”, “El perro y el cocodrilo” o “El burro flautista”?
Las fábulas tienen su Moraleja o enseñanza, que el fabulista quiere enseñar. Creo que todos los escritores tienen sus fábulas para explicar alguna situación extraña.
Yo mismo tengo las mías:

El burro presumido

A un burro en un Carnaval
Con ricas ropas vistieron,
Y fue el pobrecito animal
La admiración general
De todos cuantos lo vieron.

El burro cuando se vio
Mirado por tanta gente,
Un príncipe se creyó;
Y a un amigo que pasó,
Ufano le alzó la frente.

Y tanto llegóse a hinchar
Que tuvo que suspirar,
Pues de otra forma revienta,
Mas cuando hablar intenta
Solo pudo rebuznar.

Moraleja:

No reparó el animal
En que desnudo o vestido,
Yendo bien o yendo mal,
No dejaba de ser tal
Para lo que había nacido.

El perro

Iba despacio
Por una acera,
Orejas gachas,
rabo entre piernas,
un chucho débil
en apariencia.

Otro más grande,
De más presteza,
Con un mozuelo
Por allí juega.

El rapazuelo,
Buscando guerra,
Zumbe a su perro
Contra el que viera.

Su perro altivo
Da media vuelta,
Se queda quieto
Como quien piensa,
Y le acomete
A quien zumbiera.

Moraleja:

Gesto perruno,
Acción muy bella,
Si igual que el perro
El hombre hiciera,
Ay Dios, yo pienso
Que se acabaran
todas las guerras.

Francisco Tomás Ortuño. Murcia


miércoles, 17 de junio de 2015

Batiburrillos.

Fumarolas : 17 Junio 2015, miércoles, San Jeremías.
Fragmento

Vaya trajín que se ha montado en los nuevos Ayuntamientos, Froilán. Lo que se diga es poco. Qué jaleo, qué follón. ¿Cómo van a entenderse si hasta ayer se tiraban dardos envenenados los unos a los otros? No puede ser. Y lo que no puede ser, no puede ser, por mucho empeño que pongan en lo contrario. El agua y el aceite no pueden mezclarse por su distinta densidad: uno queda arriba de la vasija y otro se va al fondo.

“Vamos a intentarlo otra vez por el bien de la ciudadanía”, dicen. Pero ven que no pueden. Y los grupos diversos, dispares, opuestos, que quieren gobernar juntos, se convencen pronto que no pueden seguir así. “Lo que uno diga, que lo respeten los demás”, propone alguien.

“Hay que subir los impuestos”, dice un partido. Y a los demás no le parece justa la medida. “Hay que permitir el aborto”, dice otro partido. “Por ahí no pasamos”, contestan los de enfrente. “Que las iglesias sean viviendas de noche para los que duermen en la calle”. “¿Cómo se te ocurre?”.

Un día, más pronto que tarde, saltan centellas y rayos en la sala de sesiones. ¿Cómo pueden gobernar juntos gatos y perros? O perros o gatos, sí, pero revueltos nunca. ¿Cómo resultó la prueba del tripartito en Cataluña?

A ciertos políticos parece no importarles lo que salga de esas mixturas o batiburrillos; con tal de quitar de en medio al contrario son capaces de cualquier cosa. Pero la razón debe imponerse si no se quiere que España salte por los aires hecha añicos.

En una democracia tienen que haber opiniones diversas, encontradas y hasta opuestas. Para eso se vota. Y la mayoría de opiniones debe ser garantía de lo mejor. Ese debe ser el criterio más justo de la gobernabilidad de un país. Esas deben de ser las reglas del juego que tengan que aceptar los ciudadanos.

Ayer, en los “Desayunos” de la Primera Cadena, decía la Ministra de Fomento Ana Pastor, con mucha lógica…  Y es que hay en juego intereses que deben respetarse. No es lo mismo dar a un enfermo cualquier medicina para curarlo.



Francisco Tomás Ortuño. Murcia

martes, 16 de junio de 2015

Oftalmólogo.

Fumarolas : 16 Junio 2015, martes,  San Bernabé
          Mi amigo fue al oculista -siendo lo mismo, ¿a que parece un ayudante del oftalmólogo?-. Algo así como antes el practicante: “El practicante le pondrá las inyecciones”.  Hasta que un día se hicieron llamar Ayudantes Técnicos Sanitarios. “Luego le pondrá las inyecciones el ATS”. Con esto se sentían mejor.
          Lo mismo ocurrió con los dentistas. “Desde mañana seremos odontólogos, que suena mejor”. Y es que el nombre de dentista tenía connotaciones peyorativas de cuando se llamaban “sacamuelas”.
        Decía que mi amigo estuvo en la Arrixaca a que el oftalmólogo le viera el lagrimar.
        -¿Qué le pasa en el ojo? -le preguntaron.
        -Que no hace más que llorar. Y si llora será por algo. ¿Se queja el pie si no le hace daño el zapato? –le dijo.
         Y examinado que fue, le dijo que tenía que intervenirle el lagrimar; ¿cómo te lo explicaría?, que tenía que escurrirlo para dejarlo seco, ya que lo tenía como un trapo húmedo que soltaba agua.
        -Yo no entendía mucho, y se lo dije.
        -Ni falta que te hace -me contestó-. No tiene importancia, siguió. Luego veré la vida sin llantos a mi alrededor, que, por nadie pase, llevar con uno, como quien dice en brazos, a un quejica que no hace más que llorar…
-¿Por qué lloras, hijo? –le pregunto.
-No puedo evitarlo,
-Pues eres muy divertido, ¿sabes?, ya podías hacer algo más alegre.
-Otros se hacen pipí –le contestó.
-A ver, a ver, no confundas churras con merinas.
-Tiene su parecido: Uno suelta lágrimas sin venir a cuento y otro moja las sábanas por la noche. ¿Qué más da por donde salgan los líquidos?
-¿El oftalmólogo ve también a tu amigo?
-No, hombre, que hay médicos para los ojos y médicos para la espita urinaria. “¿Qué te ocurre a ti?”. “Que mis ojos parecen una fuente”. “¿Y a ti?”. “Que mojo los pantalones”. “A ti que te vea el oftalmólogo; y a ti que te examine el urólogo, experto en cañerías y desagües urinarios.

Francisco Tomás Ortuño. Murcia

lunes, 15 de junio de 2015

Mi examen de rumano.

Fumarolas : 14 Junio 2015, domingo, San Basilio

Anteayer vino mi hijo a tomar café con nosotros. De paso, nos habló de su viaje a Rumanía, la semana pasada, con alumnos de su Colegio. Suelen hacer intercambios escolares, unos días, con niños y Profesores de un Colegio rumano. Se fueron en avión por la  mañana, cruzaron Europa, sobrevolando el mar Mediterráneo, y arribaron en Rumanía unas horas más tarde.

     Siempre había pensado yo que era bueno que los niños en edad escolar viajaran, y conocieran costumbres nuevas, otros paisajes y si era posible el mar. En “Viajes de fin de Curso”, fuimos entonces a otras provincias y hasta llegamos a Ceuta. Pero montar en avión, cruzar fronteras y pasar días en otro país, ni me lo imaginaba. “Soñad y os quedaréis corto”, dijo un Santo reciente de la Iglesia.

     Cuando estudié la carrera de Filología Románica, el Rumano fue para mí “la bète noire”. Hice la carrera por libre y solo iba a la Universidad en Junio y en Septiembre a examinarme. ¿Cómo podía estudiar la asignatura? Un buen amigo me sugirió asistir a las Clases con una grabadora. Opté por visitar al Profesor y contarle mi problema.

     Tras escucharme atento, me contestó que él no podía hacer nada, que su asignatura tenía que aprobarla como las demás. Si entré preocupado, salí más preocupado todavía. ¿Qué podía hacer? Las mejores ideas surgen en las grandes necesidades. Pedí el libro a una alumna oficial y lo copié, con buena letra, eso sí, y a cuatro colores –azul, rojo, verde y negro-. “Por probar que no quede”, me dije.

     Vaya verano que me di copiando la gramática rumana –tigrul este forte frumoasa- en un cuaderno voluminoso. En Septiembre, estábamos unos cuantos alumnos, cinco o seis, para hacer el examen. Lo recuerdo como si fuera ayer mismo. Paseábamos nerviosos por el patio esperando que nos llamaran, cuando apareció Labaña, el bedel. Aún lo veo con paso decidido y exclamando fuerte: “¡Los alumnos de Rumano que entreguen los trabajos con la papeleta!”.

No esperé a oír más. Como los otros entregué mi cuaderno de colorines y la papeleta como la cosa más natural. No hablamos nada los unos con los otros. Esperamos que volviera el bedel y nos devolviera la papeleta: a todos nos habían aprobado.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

Izquierdas y derechas.

Fumarolas : 15 Junio 2015, lunes, Santa Olivia
Fragmento -de ayer-.

Santana, las siete, donde otras veces, viendo que el sol avanza por el este como caballo desbocado. 
-Ya se formaron los más de mil Ayuntamientos en España, Julián, según lo que votaron los ciudadanos en las últimas elecciones.
-No exactamente, Evaristo, que hubo pactos para desplazar a los más votados. ¡Cuántos disgustos por una parte y cuántas alegrías por otra! Si hubieras visto al que fue Alcalde de Badalona y perdió teniendo más votos que los demás partidos. Como no tuvo mayoría absoluta y los otros juntos sumaban más, se unieron y lo defenestraron, que la consigna, por lo visto, era echar al Partido Popular. “L´union fait la force”, se dijeron, y el pobre Alcalde, habiendo ganado, perdió la poltrona que llevaba calentando más de una década. Y lo mismo en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Jerez y un largo etcétera. 
-Las dos Españas de siempre, Evaristo; lo que hubo ayer fue una lucha a brazo partido entre las Derechas y las Izquierdas; ¿qué pasaba ya en el siglo XIX con Sagasta, Castelar, Cánovas del Castillo y otros que tú sabes? 
-En cambio en la Dictadura se obraba de otra forma. Yo llegué a mi pueblo como Director de un Colegio y el Alcalde me dijo pronto en la puerta de la iglesia: “Mañana nos vemos en la Alcaldía”. Y allí me nombró Concejal del Ayuntamiento sin votaciones. Y en el cargo estuve siete años, justo hasta que cambió el sistema de elegir. Desde entonces hubo votaciones y sueldos, que antes no había. Un giro de 180 grados.

-¿Y qué más hay, aparte de Política?
-Se habla de Vargas Llosa y de Isabel Preysler, un romance tardío que se ha destapado.
-¿A su edad?
-L´amour, l´amour, mon ami. Ese sentimiento va con la persona hasta la muerte; no es como el cuerpo, que se cae a pedazos por el camino. 
-Cuánto sufriría don Mario, con premios literarios mil y alabado en todas partes, viendo que no satisfacía a su ego como deseaba. Hasta que un día explota y le dice a su amiga, reciente viuda, conocida y deseada antes: “¡Vivamos juntos lo que antes no hemos podido vivir por adversas circunstancias”. Y aunque son los años de la próxima vejez, se atreven a vivir juntos lo que les quede de vida. 

-¿Y qué se dice de la Duquesa de Palma de Mallorca?
-Otro tema de rabiosa actualidad, Jerónimo: Ha sido desposeída   de los títulos de nobleza que adquirió antes por ser vos quien sois…  

Francisco Tomás Ortuño. Murcia