Fumarolas: 10 octubre 2014
Fragmento de 9 julio 2014
En el encierro de hoy, que ha durado algo más que los anteriores –tres minutos y medio- ha habido caídas y hasta puntazos de cuernos en las carnes de los mozos. Pero ellos se lo buscaron, Javier: se ofrecían al toro en un desafío atrevido y desigual.
-¿Y del partido de anoche?
-No me hables que estuve a punto de perdérmelo. Estaba cenando y sonó el teléfono. Era mi hijo Pascual para decirme si estaba viendo el partido. Me informó que iba ganando Alemania por un gol a cero.
Me faltó tiempo para encender la tele. Efectivamente jugaban los alemanes contra Brasil y ganaban los primeros por un gol a cero.
¡Cómo hubiera sentido perderme lo que siguió. Cuando se esperaba que Brasil ganara por jugar en casa y el público llenaba las gradas de amarillo, cuando todos lo reconocían como el equipo más fuerte, en media hora los alemanes les colaron cinco goles.
¿Qué estaba ocurriendo? No se lo creían. Por aquí lloraban, por allí gritaban desesperados, por más allá se temía un infarto.
Siempre con la esperanza de remontar, como si aquello que veían no fuera posible, fue transcurriendo el partido para acabar en un siete a uno, gol del honor que para mí dejaron que les colaran los alemanes para calmar los ánimos.
Y esta tarde otro encuentro importante del que saldrá el que juegue con el equipo alemán, vencedor de Brasil
Francisco Tomás Ortuño. Jumilla (Murcia)
Fumarolas: 10 octubre 2014
De 10 julio 2014
Murcia, jueves, en mi camarín a las ocho y veinte, tras la cuarta carrera de los sanfermines.
-¿Cómo ha sido el encierro de hoy?
-Pueden parecer iguales, pero cada uno tiene su aquel que lo hace diferente. Todos empiezan con la bendición del santo y la apertura del portón de los sustos por donde salen los morlacos. Pronto se dan con los mozos, corren entre ellos y se apartan conforme se acercan como imanes del mismo signo. Hoy hubo sus cogidas con sustos en la curva de Mercaderes-Estafeta hasta llegar a la plaza.
-Toros y fútbol, el sueño de los hispanos.
-Ayer jugaron su partido del mundial Argentina contra Holanda. Del choque saldría el finalista para enfrentarse el domingo al equipo alemán, que venció a Brasil por siete a uno como ya te dije.
-¿Y cuál fue el vencedor?
-Te cuento: Los noventa minutos del primer partido fue de estudiarse cada equipo al contrario, por miedo a encajar un gol, porque los dos sabían lo que estaba en juego y que el menor descuido podía ser mortal de necesidad; lo propio en encuentros de tanta trascendencia.
Como acabaron cero a cero, hubo prórroga a continuación de media hora, dividida en dos tiempos de quince minutos. Y por si fuera poco, un tercer partido de penaltis.
-¿Y el final fue…?
-Que ganaron los suramericanos de Messi. Cuando yo creía que Holanda se alzaba con el triunfo, terminaron sin goles y fueron a los penaltis. Y en los penaltis todo puede ocurrir; la suerte puede decidirla una parada milagrosa, un tiro al palo, un disparo a las nubes, cualquier eventualidad no debida al juego del equipo. Pues, como te digo, cuando yo veía que la victoria se decantaba por el equipo rojo, ganó el equipo albiceleste argentino.
-¿Entonces?
-El domingo se juega la final entre Alemania y Argentina.
-¿Te atreves con un pronóstico?
-Por lo visto, y no saliéndose de lo normal, yo diría que la Copa volará para Alemania. Sería lo más justo.
-¿Y el resultado?
-Digamos por un gol a cero.
-¿Y de Política?
-En verano, con toros y fútbol, nadie está por la Política. Se piensa más en laS playas y en Trivago que nos busque un Hotel donde pasar las vacaciones.
-Pero he oído que Mas, como esa mosca que no suelta su presa, sigue pidiendo la independencia de Cataluña.
-Sí, hoy he puesto la radio a las siete y he oído que Federico sigue con su emisora “Es Radio” que yo creía desaparecida.
-¿Y…?
-Dice, como antes, cuando salía en televisión, que en política no basta ver los problemas sino afrontarlos. Y que Rajoy ve que Mas no tiene razón cuando pide la independencia catalana, pero que no es contundente y le cierra la boca de un bofetón si es preciso.
Yo pienso que Mas es como un hijo díscolo en la familia que solo hace gritar y molestar a los demás. Al padre corresponde no solo saber que su actitud es improcedente y punible por la seguridad de la casa, sino en su momento cogerlo de una oreja y encerrarlo si fuera preciso.
-Voy a romper la casa.
-Los niños buenos no deben decir eso.
-Pues lo voy a hacer si no me das más dinero.
-No seas malo, Jesusí, tú eres como tus hermanos.
-Me importa un rábano lo que digas, haré lo que me dé la gana.
En la familia como en España, debe haber una raya roja que no se puede traspasar. No me canso de decirlo: la democracia es buena si se gobierna con autoridad. Lo que no se puede es dejar que cada uno haga lo que quiera aunque sea atropellando a los que viven con él.
Una Constitución que marque límites por el bien de todos, y una vigilancia extrema para ver si alguien incumple lo establecido. Y como todo no es ver sino actuar para corregir a quien incumpla lo acordado todo el peso de la Ley con él.
Francisco Tomás Ortuño. Murcia
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