martes, 14 de octubre de 2014

Diferentes.

Fumarolas: 14 octubre 2014
Fragmento
     Mi nieto Miguel Ángel, fuera de la piscina, jugaba con el billar americano. “Levanta el taco, que vas a romper el paño”, le decía el abuelo. Luego jugaba al futbolín  y a la pelota como un maestro. Y es que Miguel Ángel aprende pronto y quiere hacer lo que hacen los mayores. Es lo que distingue a los niños superdotados, que van por delante de su edad cronológica.
     Mi nieta Alba, en cambio, estaba triste, quizás porque su prima Isabel se había marchado. Ella no jugaba, como su hermano, al pimpón, al futbolín o al billar. Ella tenía sus propias preferencias. 
     ¡Cuidado grande, exquisito, hay que tener con los niños! ¡Son tan sensibles! Cualquier palabra los conmueve. Ojo con lo que decimos o hacemos delante de ellos pensando que los niños no comprenden. Son esponjas que recogen lo que ven y oyen más de lo que pensamos. 
  
¿Quién dijo que las niñas son como los niños? Lo veo claro en mis nietos. Son naturalezas diferentes, que piden atenciones diferentes.

                             Francisco Tomás Ortuño. Murcia

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