viernes, 29 de mayo de 2015

Prevaricar y cohecho.

Fumarolas: 29 Mayo 2015, viernes, San Máximo
Fragmento
-Explícame, que no lo veo claro, qué es cohecho y qué es prevaricar. Se repiten mucho en los medios.
-Cohecho, Justina, equivale a soborno. Si un juez recibe regalos a cambio de favores en sus sentencias, está cometiendo cohecho. He dicho juez porque es lo que más se lleva. Y nada peor para un país que jueces que se vendan. Los jueces deben ser inflexibles. Si fallan en su función de dictar sentencia conforme a Ley, la nación se pierde.

Llevamos unos años de desconfiar de los Tribunales por aplicar justicia  a gusto de los políticos. Un Gobierno que busca apropiarse el poder de legislar, cae pronto en la tiranía. Pero el cohecho se da también en otros ámbitos. Es una compra a cambio de favores. ¿Quién no conoce casos de sobornos? Cohechos se han dado en Tribunales de Oposiciones. Era lo que se llamaba recomendaciones.

Un Inspector formaba parte de un tribunal en Magisterio. El padre de un opositor me pidió que hablara con él. Y yo, como amigo, le pedí que le ayudara. Cuando terminaron los exámenes y aprobado que hubo, recibí una nota suya recordándome que mi recomendado había aprobado. Estos  favores solían devolverse. ¿Qué buscaba con la nota sino el pago a su intervención?

Así se lo hice saber al padre del opositor aprobado, quien, agradecido, regaló al Inspector un jamón y una caja de botellas de vino. Cohecho. Mi amigo Inspector me dijo luego: “Yo no les ayudo, pero me quedo con el nombre de los que acuden a mí pidiendo ayuda. Finalizadas las pruebas, aviso a los que han aprobado”. Me consta que no ayudaba al opositor, pero con recoger más tarde su regalo, cometía cohecho.

Prevaricar, Justina, es dictar un juez sentencia injusta con conocimiento de lo que hace. La prevaricación y el cohecho van de la mano: ambos reciben a cambio. Vienen a ser la misma cosa. Dios nos libre de jueces prevaricadores.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

jueves, 28 de mayo de 2015

Limpia, fija y da esplendor.

Fumarolas : 28 Mayo 2015, jueves, San Eugenio
Fragmento
-¿Has dicho “en quince o veinte días” por “dentro de quince o veinte días, doctor?”.
-No quiero salirme de la Academia, pero a veces, cuando no me ve, digo lo que quiero, mal que le pese.
-¿Esto por ejemplo?
-Sí, esto por ejemplo, que no veo mal decir “en” por “dentro de” si no perjudico a nadie. Verás como terminan los académicos por claudicar y un buen día leemos que el Diccionario lo ha admitido. Es el pueblo el que decide. Los académicos están al acecho, y lo que oyen que se sale de las normas establecidas, lo  siguen con disimulo, como si no lo oyeran. Que se repite, tocan la campana: “¡Incorrecto!”. Pero si a pesar de su advertencia siguen oyendo la incorrección y el río se desborda por varios sitios, cada vez con más descaro, se reúnen en un salón de la Academia, a puerta cerrada, y lo admiten.
La Lengua es un ser vivo difícil de parar. Algo así como la vida misma, ¿quién la puede detener? Las madres quisieran detener el tiempo para que sus hijos no crecieran, pero no es posible. Nosotros quisiéramos detener un río caudaloso, pero no hay fuerza humana que lo consiga. Pues la Lengua es lo mismo. La Academia, que presume de limpiar, fijar y dar esplendor a la Lengua, no puede hacer y deshacer a su capricho.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

miércoles, 27 de mayo de 2015

Hora biológica.

Fumarolas : 27 Mayo 2015, miércoles, San Bernardino
            Son las nueve de la mañana, pero en mi vida son... Veamos: de ocho de la mañana, cuando uno se levanta, a doce de la noche, que se acuesta, hay dieciséis horas. La vida media de la persona humana dura hoy unos ochenta años. En esta proporción de dieciséis horas del día y ochenta años de vida, cada hora corresponde a cinco años.
Puede ser interesante no perder de vista nuestra hora biológica, ya que cada día es la viva representación de una vida. Decir que son las diez de la mañana es hablar de hora de trabajo; hablar de las doce es hablar de fuerza y de vigor; las ocho de la tarde es hora de balances y recuentos. Se corresponden los dos horarios.
            Cada minuto del día equivale a un mes de vida: si una hora son cinco años de vida, sesenta minutos equivalen a sesenta meses; o, lo que es lo mismo, un minuto equivale a un mes. Un año, pues, son doce minutos. Quien pasa de los ochenta años, ha cubierto cumplidamente la etapa de su vida: pasar de esa hora -doce de la noche- es solo para dar gracias y rezar como campeones que han llegado a su meta.

                                               Francisco Tomás Ortuño,  Murcia

martes, 26 de mayo de 2015

¿Cómo recurrir lo evidente?

Fumarolas : 26 Mayo 2015, martes, San Felipe Neri
Fragmento

Son las once y vengo de la calle. He llevado a “Tramimultas” un papel que me trajo un guardia del Ayuntamiento. Debía de ser para seguir recurriendo una sanción de tráfico. Los abogados saben mejor que nadie qué objetar, replicar o impugnar lo que corresponda para que surta efecto su alegación.

Cosa que yo no me explico, por más que quiera entenderlo. Si existió la infracción o falta, ¿qué pueden aducir o alegar mi abogado, por muy experto que sea en leyes, para que lo eximan o exoneren de ella? “Iba a más velocidad de la debida, según el Radar que lo detectó”. ¿Cómo recurrir lo evidente? “¿Es que llevaba prisa?”, “¿Iba al trabajo y era tarde?”, “¿Estaba de parto?”. Nada lo justifica. ¿Qué dirán los abogados de Tramimultas para que los atiendan?


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

lunes, 25 de mayo de 2015

Subir unos y bajar otros.

Fumarolas : 25 Mayo 2015, lunes, San Urbano.
Fragmento

Murcia, las ocho, en mi cuchitril. ¡Qué delicioso lugar! Apartado de ambiciones insanas y aquelarres sombríos. ¿Cómo estarán los políticos que esperaban ganar y han perdido las Elecciones? ¿Cómo los que se creían inmunes y han sido desplazados? Porque de todo hubo en la viña del Señor, Amancio. Como si una mano justiciera  hubiera intervenido, poniendo las cosas en su sitio. ¿Sería justo que un padre en la familia repartiera mal sus bienes?, ¿que a uno le diera la parte del león y a los otros el resto?

Ayer se operó el milagro de subir a unos y bajar a otros para que se pusiera freno a las desigualdades. Como si “Alguien” hubiera dicho: “De esta guisa, habéis caído en la tentación de coger lo que era de custodiar; mejor que no seáis dueños del poder omnímodo y que todos participéis en el gobierno”.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

domingo, 24 de mayo de 2015

Equipos de Segunda.

Fumarolas : 24 Mayo 2015, domingo, “Día de los Votos”,  Santa Susana

Ayer fue “Día de Reflexión” para los españoles. De “Descanso” para los que fueron de la Ceca a la Meca los quince días anteriores. Me refiero a los políticos de todos los credos. Miles de kilómetros cada uno por llegar a todas partes.

¿De verdad pensarían que yendo en persona harían cambiar el pensamiento de los votantes? Cada cual sabía ya de antemano lo que iba a poner en su papeleta, y fueran con músicas celestiales y banderolas, se reunieran en un teatro o en una plaza de toros, sería lo mismo.

El año noventa y cinco del siglo pasado, es decir, hace veinte años, publiqué mi libro “PP o PSOE, tú decides”. En él iba un Cuento titulado “Equipos de Segunda”, que sigue teniendo vigencia, sigue tan actual como entonces.

Cada vez que se repiten las Elecciones, como estas, me acuerdo de este Cuento. Lo he tenido en gran estima desde que lo nací o traje al mundo. Entonces eran Aznar y Felipe González las figuras estelares; ahora son Rajoy, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez, Albert Rivera y otros, pero es lo mismo.

A mí las películas de romanos con la Pasión de Cristo, me producen este efecto. Creo que son contraproducentes: no levantan pasiones, ni encienden la fe. Yo las prohibiría. En los nuevos Alcaldes y Presidentes Regionales lo mismo: yo ponía un “Programa Explicativo” en la puerta de los Ayuntamientos, y el que quisiera saber que fuera.

Ayer, más que “Día de Descanso” para los candidatos, sería “Día de la Esperanza”, “Día de los Sueños”, “Día de la Ilusión”. En cuanto a los votantes, el “Día de Reflexión” que lo suprimieran: cada cual sabe ya lo que va a votar sin reflexiones.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

Perifrástica.

Fumarolas : 23 Mayo 2015, sábado, San Eusebio

-¡Qué tiempo tan variable, Samuel, igual hace calor que llueve.
-¿Has dicho que llueve?
-Sí, sí, verbo unipersonal, como nevar; solo se usan estos verbos en infinitivo y en la tercera persona del singular de todos sus tiempos. El martes pasado gente en las playas y el miércoles lloviendo.
-Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Pero esas  diferencias en un día…
-Más de diez grados en algunos sitios; en Calasparra y en Jumilla hasta granizó.
-¿Granizó?
-Otro verbo unipersonal. No cabe decir “yo granizo”, “yo granizaba”, “yo granicé”, “yo granizaré”…
-Etcétera, etcétera, Felipe, que tú eres capaz de conjugar el verbo granizar hasta en la voz perifrástica.
-¿Cómo es el Presente de subjuntivo del verbo granizar en la voz perifrástica?
-Yo hace tiempo que dejé la Escuela y los verbos, Felipe; ¿cómo voy a saber ahora la voz perifrástica de los verbos unipersonales?
-Esa es la diferencia de saber y no saber, Samuel: el que sabe recuerda lo que supo; el que no sabe enseña pronto sus vergüenzas.
-¿Qué vergüenzas ni qué ocho cuartos?
-Sí, Samuel, quien olvida o no aprendió disimula su ignorancia con gritos que no vienen a cuento. Quien sabe conjugar el verbo granizar en la perifrástica se ríe de esos pobres razonamientos a base de gritos.
-¿Me estás llamando ignorante, Felipe?
-Si gritas y no me dices el futuro imperfecto de subjuntivo del verbo granizar en la voz perifrástica, igual lo pienso.
-El futuro…
-No me lo digas, te lo diré yo esta vez, pero que sepas que vale más saber que tener, y saber se aprende con esfuerzo y constancia. Ah, el futuro imperfecto de subjuntivo del verbo granizar en la voz perifrástica es “Hubiere de granizar”.
La perifrástica es una voz que expresa obligación o mandato. Se conjuga con el verbo haber, la preposición de y el infinitivo del verbo que se conjuga: Yo he de partir, yo había de partir, etc. También se utiliza el verbo tener, la conjunción que y el infinitivo del verbo: Yo tengo que partir, yo tenía que partir, etc. O el verbo deber y el infinitivo: Yo debo partir, tú debías partir, etc. En los verbos unipersonales no se emplean los pronombres personales, ya que nadie llueve, nieva o graniza.
-Gracias, sabio.
-Perdona si te he ofendido. En la frase “Te he ofendido”, el sujeto es elíptico: Yo; el verbo “ofender” va en Pretérito Perfecto del modo Indicativo, 1ª persona del singular; y “te” es complemento directo en Acusativo. El verbo “ofender” es transitivo: su acción pasa a otro que recibe la ofensa. De nada.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

Id y predicad.

Fumarolas : 22 Mayo 2015, viernes, Santa Rita

Murcia, las ocho, en mi camarín o estudio. Ciento cuarenta y dos días que se fueron ya del año, como se irán los doscientos veintitrés que quedan por pasar. El Evangelio del domingo pasado cuenta que Jesús se apareció a sus discípulos y les dijo: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio”. Después se fue al Cielo y ellos se fueron a predicar.

-Tuvo que ser duro el comienzo de la Iglesia, Hilario. “Id y predicad por todo el mundo. Y se fue al Cielo”. ¿Te imaginas la escena de los apóstoles cuando se vieran solos? “Dejemos a nuestras familias y partamos: unos hacia el norte, otros hacia el sur, estos por aquí y estos por allá”.

-¿Y qué decimos? -preguntaría alguno.
-Pues eso –contestaría Pedro-, que Jesús murió y ha resucitado; y que cuando mueran subirán al Cielo a estar con Él para siempre. Y los que crean que lo digan a otros.
-¿Y si nos pegan por no estar de acuerdo con sus creencias? –respondería alguien- ¡Buenos son estos romanos!

Tuvieron que tener momentos de dudar y de tener miedo. Pero una fuerza interior los mantendría. Sabían que había resucitado el Maestro y que había subido al Cielo, ¿qué más necesitaban? Su fe sería vital para decir fuerte y donde fuera que Jesús era Dios. “Le vimos curar enfermos, andar por encima de las aguas, resucitar a muertos ¿qué más pruebas queréis?”. Así estarían unos días, animándose los unos a los otros para empezar su gran labor.

Pedro, desde el primer momento, fue cabeza del grupo:
-“Id y predicad por todo el mundo”; eso es lo que nos ha mandado,  que Dios se hizo hombre para salvarnos, que murió en la Cruz por nosotros y luego resucitó. ¿Qué importa que nos maten? Nadie como nosotros sabe que es cierto lo que vimos. ¿O no? Si alguno duda que es verdad lo que predica, si no cree lo que dice, mejor que esté callado. ¿Cómo va a transmitir su fe si no la tiene? Para enseñar la fe hay que estar lleno de ella, hay que arder para que vean el fuego que lleva dentro. Si no es así, mejor quedarse en casa y que otros difundan sus creencias.
Y partieron. 
Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

Personas complicadas.

Fumarolas : 21 Mayo 2015, jueves, San Timoteo
            -Las personas son más complicadas de lo que parece, Germán: Difícil conocer siempre a qué obedecen sus acciones y sentimientos. Ahora están de un humor y luego de otro; ahora obran de tal guisa y después de otra distinta, sin saber ni ellas mismas los motivos. Factores determinantes de su conducta se ofrecen y cambian, como un calidoscopio, por circunstancias fortuitas, ajenos a la persona, de forma que es difícil su control. Una noticia puede crear reacciones en cadena. El gesto de otra persona puede remover el psiquismo de forma impredecible. Estamos sujetos en todo momento a los efectos de sensaciones y emociones tanto corporales como espirituales.
-Y si una persona es complicada, Gervasio, ¿qué será la pareja?, ¿qué será la sociedad?

Francisco Tomás Ortuño,  Murcia

miércoles, 20 de mayo de 2015

La Arboleja.

Fumarolas : 20 Mayo 2015, miércoles, San Bernardino
          Ayer estuve en la Arboleja. Fui en coche por la hermosa huerta que la une -o separa- de Murcia. “Dende Murcia a la Arboleja” se titula un libro de poemas panochos; el autor conocería bien este camino para cantarlo en sus versos.
Para saber lo que es la huerta de Murcia, nada mejor que ir a la Arboleja. ¡Qué delicia vivir allí, entre huertos repletos de naranjos! Las viviendas son más chalés que casas de labranza.
¿Quién iba a pensar hace unos años que en las puertas de estas casas, habría, indefectiblemente, una cochera? Las mulas desaparecieron, los carros y  los arados. Llegaron los tractores a sustituirlos, los coches, la televisión.
Ver estas barracas huertanas, alegra el corazón. A mí me daban envidia ayer estos huertanos y sus tierras, lejos del mundanal. Ideales para una cura de nervios, como un sanatorio.
Sin querer, me acordé de Santana, en Jumilla, cerca del convento franciscano. Veía ciertas similitudes, con lo dispar del paisaje. En los dos ambientes encontraba silencio,  naturaleza abierta con estallidos de sol.

                                               Francisco Tomás Ortuño,  Murcia

martes, 19 de mayo de 2015

La Providencia.

Fumarolas : 19 Mayo 2015, martes, San Celestino
          -El Sol debe pasarlo bien con sus planetas alrededor. ¿Lo ves cansado acaso, Hilario? Miles, millones de años y tan feliz, como un padre con sus hijos cerca.
          -Unas veces, los días se acortan y otras veces se alargan. “¡Ve despacio!”, dice a la Tierra cuando se acerca Equinoccio; luego le pide que aligere el paso por Solsticio, para compensar.
         -¿Tú crees que la Tierra amaina el paso unas veces y otras lo acelera? ¿Y que es el Sol quien gobierna?
         -Sin duda, Hilario. El Sol, en el centro, dirige la operación. Algún día, roguemos que sea lejano, se hará viejo y se dormirá, y cuando despierte, si despierta, verá que sus hijos se fueron.
         -Pero no pensemos en desastres, que el Sol, antes morir que abandonar a sus hijos. Hay un valor en nosotros, en todos, en el Sol también, que es la responsabilidad. Lo llevamos en la sangre. Todos somos responsables en lo que hacemos, en el papel que desempeñamos.
         -¿Tú no adviertes que cada ser –pequeño o grande, animal, vegetal o mineral- obra con un compromiso? Y el Sol no deja de ser parte de la Creación. ¿Cómo no va a ser responsable? Si quedara tan sólo una milésima de segundo dormido, el mundo se destruía.
        -Es Dios el que mantiene su Creación y todo depende de su voluntad.      

                                       Francisco Tomás Ortuño,  Murcia

lunes, 18 de mayo de 2015

Palabras homófonas.

FUMAROLAS : 18 Mayo 2015, lunes, San Félix
          Sara está en el sofá, tumbada lo larga que es. Pero tumbada boca arriba. Yo no he visto otros gatos así. Los he visto con las patas en el sofá, debajo de su vientre. Pero como Sara yo no he visto otros gatos.
Le haría fotos para Concursos, pero no dispongo de cámara en este momento. Está boca arriba; literalmente boca arriba; el vientre, blanco como la nieve, hacia el techo y las patas al aire, como bailando una jota. Es una forma impúdica de dormir, pero se ve que la prefiere a las demás. Muestra como en un escaparate sus doce o catorce pezones y hasta la parte inferior del bajo vientre, por donde debe hallarse el sexo de los gatos cuando lo tienen. Que a esta la desposeyeron del mismo en un arrebato injusto y unilateral de la dueña, en connivencia con la veterinaria.
La palabra “hallarse” que he empleado, me recuerda a don Ángel Copete, mi maestro, cuando nos hacía dictados con palabras homófonas. “Allá se halla el aya junto al haya”. “Ahí hay un niño que dice ay”. No sé si hoy los niños escriben al dictado en las escuelas con palabras que se escriben de distinta forma según su significado, pero que se pronuncian lo mismo: “Al revolver la esquina me encontré un revólver cargado”, “¡Vaya con la valla!”.
Se quejan los institutos de que los alumnos no saben escribir y que igual ponen “hube” que “uva”. ¿Es que ya no escriben al dictado como antes? Yo abandoné las aulas hace veinte años, cuando ya empezaban los mensajes con el móvil, donde “que” era “q” y “por” era “x”. Una moda cómoda y peligrosa para la ortografía.
Qué lejos quedan los dictados de mi maestro cuando aprendíamos que “Se escriben con g los verbos acabados en ger, gir y giar menos tejer y crujir”. O “Se escriben con v las palabras que empiezan por: di-jo-le-en–cla-se-con-mo-fa-sal-sel-sil-sol-ne-ni-na-no-mal-lla-lle-llo-llu-pra-pre-pri-pro-par-per-por-de-cal-cur”. No digo que fuera la mejor manera de aprender a escribir sin faltas, pero por lo menos había un intento de conseguirlo.
Confieso que a mí la ortografía me preocupó siempre. Una falta ortográfica en un escrito era imperdonable; algo así como una mancha de aceite en un traje blanco de primera Comunión. Y no era de extrañar que entre mis libros estuvieran los Dictados que yo hacía de niño en la escuela.
Busqué el libro que comentaba: “Ortografía Práctica” de Luis Miranda Podadera. “Método progresivo para escribir correctamente”. Trigésima tercera edición. Con las modificaciones de Prosodia y Ortografía que la Real Academia declaró de aplicación preceptiva a partir de enero de 1959.
Cuántos recuerdos me vienen a la memoria. ¿Quién sabe si este libro me ayudó a amar tanto como he amado la Lengua. Tanto me gustaron siempre las cuestiones gramaticales que me atreví en su día con un libro que titulé: “Gramática Fácil”, con la intención de ayudar a los estudiantes a analizar morfológica y sintácticamente las oraciones simples y compuestas.

                                                                                 Francisco Tomás Ortuño, Murcia

sábado, 16 de mayo de 2015

Bienvenida a las personas de color.

Fumarolas : 16 Mayo 2015, sábado, Sta. Gema

En la calle, debajo de mi ventana, han montado una Oficina. Algo se cuece entre negros, que se han reunido unos cien. Ellos sabrán de dónde vienen y lo que buscan. Mamá dice que les dan “papeles” para vivir aquí. Es el problema de los inmigrantes, que necesitan justificar su identidad para residir en España. Hay con ellos algunas mujeres y niños.

Se amontonan en la puerta de la improvisada Oficina del edificio Barchilla. Podían guardar un orden. Si a su país no ha llegado el invento, aquí sí lo tenemos. Hablan fuerte, como gritando. Se ríen fuerte también. Me recuerda los tiempos, ya lejanos, cuando nosotros hacíamos lo mismo.

 Alguien vería que era mejor una máquina simple que marcara el número a seguir. Pronto se impondría en mercados, bancos, centros médicos, etc. ¿Dónde vas hoy que no guardes turno para que te atiendan? Mi médico, quizás, sea el único que no haya entrado por el aro de la modernidad: cuando entras a la sala de espera, tienes que preguntar: “¿Quién es el último?” para saber cuándo te toca. Con lo fácil y práctico que es coger tu número y esperar. Don Miguel es como era mi padre hace medio siglo: “¿Para qué la máquina si hemos pasado siempre sin ella?”.

Son ruidosos los negros. ¿Cómo se entenderán? En cambio son personas, como tú y como yo. Te miran y te sonríen. Mamá dice que son de Nepal huyendo de los terremotos; pero yo creo que son africanos. De qué país, no sé, pero africanos seguro.

La Comunidad Europea ha llegado, por fin, al acuerdo de repartirse a los que llegan y no tenerlos colgados de verjas para saltar en un descuido. “¡Ahora, todos a una!”. Y muchos se quedan en el camino.

Se han dado cuenta de que son personas que huyen de un desierto que no tiene ni agua para beber. “Yo me la juego, pero aquí no sigo” se dicen muchos. Como héroes los ven salir de sus casas y aldeas. “¡Suerte!”. Mejor que los reciban y los repartan por Europa.

Estos negros que gritan abajo serán inmigrantes que buscan “papeles” para fijar su residencia en Murcia. Démosle la bienvenida.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

viernes, 15 de mayo de 2015

Llenar el tiempo.

Fumarolas : 15 Mayo 2015, viernes, San Isidro
Fragmento

Mamá sigue con sus Clases de pintura. Ha encontrado la fórmula perfecta de pasarlo bien en su jubilación. ¡Qué maravilla, tener un pasatiempo semejante! Al mejor amigo se lo recomiendo.
Se lo dije a Raimundo cuando iba a jubilarse: “Un horario pleno de la mañana a la noche: paseo, lectura, tertulia…” Lo peor es no tener nada que hacer y caer en depresiones con pensamientos negativos, como “ya no sirvo para nada”, “nadie me necesita” o “¿qué pinto ya en este mundo?”.
Y más en nuestro tiempo, cuando todo ha cambiado tanto, cuando es tan fácil sentirse forastero en la propia casa. Hay que distraerse con aficiones enterradas, con gustos de la niñez, con afectos solapados que se fueron dejando para luego.
Pobre del que no tiene donde echar mano. Mi hermano encontró en la pintura su pasatiempo preferido. Yo me alegré cuando supe que se levantaba temprano a seguir el cuadro que llevaba a medio. Luego la emprendió con el ordenador y su afición a la lectura lo llevó a crear una Sección titulada “Fragmentos Literarios”, que manda a los amigos.
El ordenador ha salvado a muchos del hastío. Cuántos mayores pasan horas recibiendo Correos y contestándolos como en una tertulia. Es otra de las virtudes, algún día se dirá, del correo electrónico.
Para mí escribir Soflamas, Litesofías o Fumarolas es otra forma de estar entretenido. Recibo reportajes maravillosos de amigos y yo, por mi parte, les mando mis escritos. Si sé de alguien que dice: “Me falta tiempo para tanto que tengo que hacer”, puedo asegurar que esa persona es feliz. Hay que llenar el tiempo. Quitar fisuras.
Ayer estuve con don Miguel Blanco, el médico. Tiene mi edad y se ha quedado viudo, factores que podían hundirlo en la mayor de las depresiones. En cambio, mantenerse en activo lo salva. Habla con la gente y se siente necesario. Justo lo que necesita, que la mayor desgracia en los ancianos es no hacer nada.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia

jueves, 14 de mayo de 2015

Susto.

Fumarolas : 14 Mayo 2015, jueves, San Matías
Fragmento

El susto fue tremebundo. Llevaba en mis manos el ordenador y se me cayó al suelo. Pensé que se habría borrado cuanto llevara escrito en él. “Adiós - me dije-, libros míos, adiós Soflamas, Cuentos y Crónicas de muchos años”.

Con veneración, como si se tratara de un herido grave, si no de un muerto, me agaché a recogerlo. No se movía. “¿Por dónde saltará la sangre?”. Lo deposité con cuidado en una mesa, como si fuera el quirófano.
“¿Habrá fallecido?”. Pensé que me las había con un cadáver.   

Me decidí. Lo enchufé en la corriente como hacía antes. El ratón no se encendía. Probé con los dedos y respondió. Se puso en marcha. Estaba vivo a pesar de todo. “¡Qué valiente!”, le susurré al oído. ¿Habrá sido un aviso? –pensé luego. La vida avisa de muchas maneras. Hay que estar atentos, vigilantes siempre, y obrar según te demande la ocasión.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

miércoles, 13 de mayo de 2015

Ama de casa.

Fumarolas : 13 Mayo 2015, miércoles, Ntra. Sra. De Fátima

Mamá anda nerviosa con los desagües. Espera al fontanero. Veo mejor que nunca lo que es ser ama de casa. Si no existiera había que inventar el oficio. Ser ama de casa es estar pendiente de los pormenores que la hacen funcionar: la luz, el agua, la televisión y lo que venga a mano.

Nunca había reparado lo suficiente en lo importante que es esta figura. “¿Profesión?”, preguntan al varón y responde: “Albañil, mecánico o fontanero”. ¿Por qué la mujer no dice: “Ama de casa” con la cabeza bien alta, orgullosa de atender un hogar, que tiene más teclas que un piano?

Conocí a un Inspector que decía: “Si el coche se me para llamo a un mecánico; ¿por qué tengo yo que saber de mecánica?”. Desde hoy respetaré mejor el trabajo de mi mujer y no quitaré una silla sin antes consultarle. Tenemos que respetar en lo que vale el oficio de ama de casa, de cuidadora del hogar.

Delimitemos campos y cada cual que atienda el suyo. Tan digno es uno como otro. Trabajos independientes y personas cualificadas que los atiendan. ¿Te parece poco atender el jardín, lavar la ropa, preparar la comida, limpiar, planchar, etc., etc.

-Pero el hombre elige su profesión. ¿Por qué la mujer ha de ser ama de casa si no le gusta el oficio?
-Puede ocurrir que quiera cambiarlo con su marido y todo queda resuelto: él amo de casa y ella contable de empresa. ¿Qué a ninguno le gusta el papel? Entonces más sencillo: se busca a otra persona con vocación manifiesta de cuidar el hogar, y se le paga por su trabajo.
Acaba de llegar el fontanero. Mi señora le explica lo que quiere. Ellos verán de resolverlo. 


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

martes, 12 de mayo de 2015

Mohamed Alí.

Fumarolas : 12 Mayo 2015, martes, San Pancracio

Anoche vi en la tele un combate de boxeo. Ya tiempo que no veía otro. “¿Los habrán prohibido, me preguntaba, como los toros en Cataluña?”. Y anoche, zapeando, me tropecé con un ring y dos boxeadores encima recibiendo golpes a diestro y siniestro.

Seguí mirando la pelea y vi que uno de ellos era Kasius Klay, mi favorito cuando era joven. Lo reconocí enseguida. Me parecía volver atrás en el tiempo. Movía los pies sin cesar, como saltando a la comba, como bailando. Con sus brazos largos frenaba al contrario, no le dejaba acercarse, y, de pronto, ¡zas!, le propinaba un “oper kut” que lo dejaba fuera de combate.

Mohamed Alí o Kasius Clay nació en 1942 en Estados Unidos.


Francisco Tomás Ortuño.  Murcia

lunes, 11 de mayo de 2015

Un maestro ejemplar.

Fumarolas  :  11 Mayo 2015, San Justino
Fragmento

Murcia, las doce, junto a la ventana que da a la calle “Maestro Salvador Ortiz”. No es que sea una gran avenida, pero ahí está con sus placas en ambos extremos, entre “Pintor Sobejano” y “Federico Balart”.

Salvador era maestro en “San Andrés” cuando yo vine a Murcia, en el año 1.981. Hasta que se jubiló, estuvo con niños de tercero,  en la segunda planta. Se veía a la legua que era un maestro ejemplar.

Quería a los niños y los niños lo querían a él. Era de estas personas que nacen para ser maestros y fuera de la escuela no saben estar. Buen maestro, buen compañero y buen amigo.

Una Semana Santa me dejó su balcón para ver con mi familia, de cerca, los pasos de Salzillo. Hay personas buenas por naturaleza, y lo extraño sería que no obraran así. Más difícil es la ascética de quienes tienen que luchar para conseguirlo.

Sus alumnos luego, agradecidos, consiguieron del Ayuntamiento que le pusieran su nombre a una calle. No es muy relevante, como digo, que apenas tiene cien metros, pero para su familia será, sin duda, la calle más importante de Murcia.

Si viera él esta calle desde su nueva residencia, que cae debajo de mi ventana, y leyera su nombre en unas placas, no sé lo que pensaría. Tal vez se sonriera de las vanidades del mundo, o se alegrara porque fueron sus alumnos los que pusieron su nombre. Un abrazo, Salvador.


Francisco Tomás Ortuño. Murcia